viernes, 15 de mayo de 2009

PERRO CALLEJERO

Un genial posteo de el gran Ruben Uria nos acerca a la figura de un tipo iluminadamente loco tanto dentro como fuera del campo.
Según David Coles, prestigioso periodista de la BBC, ‘los mejores futbolistas de la historia han sido Bobby Moore, Maradona, George Best, Cruyff, Yashin, Rivelino, Beckenbauer, Bobby Charlton, Pelé y... Robin Friday'. Nada Nuevo bajo el sol, salvo por el último nombre de la lista de mejores jugadores de todos los tiempos, Robin Friday, un auténtico desconocido para el gran público. Marginal y autodestructivo, capaz de lo mejor y de lo peor, Robin Friday fue un futbolista del Reading que brilló de manera tan fugaz como sonada en Las Islas, durante la década de los setenta. Se hizo famoso por sus golazos en la cuarta división inglesa y sobre todo, por sus excesos con el whisky, el vodka, la cerveza y su afición a los clubes nocturnos y las drogas. Nunca llegó a jugar en Primera división, y murió hecho un auténtico despojo humano, víctima de una sobredosis de heroína, cuando acababa de cumplir los 38 años. La sórdida historia de Friday sirvió para inspirar a muchos grupos británicos, como Los Super Furry Animals, y también fue icono de referencia para los hermanos Gallagher y su grupo, Oasis. Además, el libro sobre las aventuras y desventuras del peculiar futbolista, ‘The Greatest Footballist you never saw‘ [El mejor futbolista que viste jamás], es el fiel relato de la vida de un goleador incomprendido que, como en la canción del grupo Los Secretos, ‘no sabía explicar por qué se volvía vulgar al bajarse de cada escenario'. Es la sorprendente historia de Robin Friday, el rey del fútbol que nunca llegó a coronarse. La historia del hombre que pudo reinar.

Robin Friday nació en el verano de 1952, un 27 de junio, justo tres minutos antes que su hermano gemelo Tony y creció, como Diego Armando Maradona, en un barrio privado. Porque Hammersmith, su hábitat natural, era exactamente eso. Un barrio privado. Privado de luz, privado de agua y privado de comodidades. Como Villa Fiorito, el arrabal que vio crecer al pequeño Maradona. En su época infantil comenzó a jugar en el Queen's Park Rangers y poco después los cadetes del Chelsea y también en el Walthamshow Avenue. Sin embargo, escogió jugar en el Hayes, un equipo más que modesto de Cuarta División, por dos poderosas razones: primero, su estadio estaba cerca de su casa, en Acton; y segundo, la sede del club estaba muy cerca de un pub donde servían cerveza algo más que barata. El Hayes, que atravesaba dificultades económicas y que estaba formado por trabajadores del barrio, solía disputar sus partidos los sábados. En la mayoría, salía a jugar con diez hombres. El motivo era Robin Friday. Cuenta la leyenda que solía llegar siempre tarde, y que tenían que ir a buscarle de taberna en taberna, hasta dar con su paradero. Normalmente, solía estar atiborrado de cervezas en algún pub, o dormido en algún banco del parque. Cuando le daban la voz de alerta y le decían que el partido del Hayes ya había comenzado, Friday se acercaba al lugar del partido, se ponía la camiseta y jugaba como si estuviera poseído por alguna extraña fuerza. Dicen que, incluso borracho, era capaz de marcar varios goles. Su estómago estaba hecho a prueba de bombas, así que el bueno de Robin solía ser decisivo en todos los partidos de su equipo, incluso estando en permanente estado de embriaguez. Friday agarraba la pelota, demostraba que tenía alas en los pies, eludía a todos los defensas y siempre encontraba una autopista hacia la portería contraria. Jugaba con una insultante facilidad. Y nadie era capaz de frenar sus esláloms con la pelota pegada al pie. Entre otras cosas, porque el único enemigo de Robin Friday era el propio Robin Friday.

En 1972, la vida le dio el primer aviso serio a Friday. Un hospital llamó a la sede del Hayes por aquellas fechas. Habían encontrado a Robin absolutamente borracho, ensartado en una púa metálica de una verja. La púa le había atravesado la espalda, había perforado el estómago y también había rozado uno de sus pulmones. Una ambulancia le trasladó de inmediato al hospital donde, después de seis intensas horas de operación en el quirófano, los médicos lograron que no se fuera para el otro barrio. Tres meses después de aquel incidente, Friday se recuperó y volvió a jugar al fútbol con regularidad. En uno de sus esporádicas actuaciones con el Hayes, captó la atención de Charlie Hurley, un manager que apostó por su calidad y le firmó su primer contrato, 750 libras. En 1974 fichó por el Reading, que militaba en Tercera. Fue allí donde, en marzo de ese año, marcó uno de los mejores goles de la historia del fútbol inglés, ante el Tranmere Rovers. Un tanto que tuvo tanta plasticidad y belleza que el árbitro del encuentro, Clive Thomas tardó en conceder el gol porque, después de ver con sus ojos aquel gol, se había quedado de piedra, con las manos en la cabeza y sin saber qué decir. Después de esa exhibición, su entrenador, Maurice Evans, quiso hablar seriamente con él acerca de su futuro.

- Oye Friday, si sigues con nosotros tres o cuatro años, jugarás en Inglaterra.
- Y usted...¿Cuántos años tiene usted? - contestó Friday-.
- Pues tengo muchos, muchos años - replicó el entrenador- ¿Por qué?
- Mire entrenador - remató Friday -, tengo la mitad de su edad y yo ya he vivido tanto que, con mi edad, ya he vivido dos veces su vida.

También fue en el seno del Reading donde, de la noche a la mañana, decidió desaparecer. Corría el año 1975, y Robin Friday había desparecido en combate, encontrándose en paradero desconocido, incluso hasta para sus familiares, que no sabían nada de él. La directiva del Reading tardó casi un mes en encontrarle. Vivía en Cornwall, en una comuna hippie. Allí había descubierto la filosofía ‘peace and love', la marihuana y los estupefacientes.

El último cartucho de la carrera del controvertido Friday llegó cuando el Cardiff City, de Gales, se prestó a dar un golpe de efecto y depositar 30.000 libras esterlinas por sus servicios. Allí firmó un par de goles propios de Best, dejó regates que hubiera firmado Mané Garrincha e incluso se permitió el lujo de anotar dos golazos al West Ham, equipo en el que entonces jugaba Bobby Moore, uno de los mejores defensas de todos los tiempos. Su aventura en Cardiff, para variar, fue tan efímera como las otras. Con la camiseta del City sólo disputó 25 encuentros, para después, por rutina, volver a descender a los infiernos. El Pelé de Hammersmith volvió a beber de manera compulsiva - quizá porque nunca lo dejó-, volvió a protagonizar sonadas espantadas y fue acusado de trapichear con drogas y trabar amistad con algunos camellos de los bajos fondos. Su último escándalo público llegó al ser detenido por la policía después de colarse en un tren sin pagar el billete. Sorprendido por los agentes, Robin Friday se resistió a que le arrestaran, y acabó por obsequiar a uno de los bobbys que le querían detener con un beso en la boca. Acabó en prisión por desacato a la autoridad. Después de aquello, no hubo vuelta atrás para Friday. Su estrella se apagó, ningún equipo quiso rescatarle de su abandono y terminó vagabundeando por las calles, borracho y drogado. Algo que no fue óbice para que, en una votación popular, los seguidores del Cardiff City le votaran como Mejor Jugador de la Historia del Club, por delante de Robert Earnshow y de un viejo conocido de la afición española, el galés John Toshack.

Un 22 de diciembre de 1990, cuando todavía no había cumplido los 40 años, apareció muerto. La autopsia revelaría que Robin Friday, el héroe del suburbio de Hammersmith, había fallecido al ser víctima de una sobredosis de heroína, lo que le provocó un paro cardiaco. Era la crónica de una muerte anunciada. El triste final para un talento que se volvía vulgar al bajarse de cada escenario. Dejó viuda a su esposa, Maxine, y huérfana a su hija, que hoy es abogada de Derecho Penal, así como numerosas deudas de juego y tráfico de drogas.

Hace justo un año, un 12 de febrero de 2008, la prensa inglesa publicaba el ránking más peculiar y curioso de toda la historia del fútbol de Las Islas. El título del ránking era el siguiente: "Los diez chicos más malos del fútbol inglés". En el top-ten, algunos clásicos como Stig Tofting, Lee Hughes, Eric Cantona, Paolo Di Canio, Tony Adams o el célebre Vinnie Jones. Sin embargo, el primer lugar, por abrumadora mayoría, era para un tipo que jamás llegó a jugar en Primera División, y que era conocido como "El Pelé de Hammersmith". Robin Friday fue, según la prensa inglesa, el mayor "Bad Boy" de la historia. En su currículum, lindezas de todo pelaje: Arrestos policiales, trifulcas en cafeterías, dos pubs arrasados la misma noche, coqueteos con las drogas, acabar ensartado en una verja sin motivo aparente, ingresar en una comunidad hippie o patear la cabeza del ex del Liverpool Mark Lawrenson - hoy periodista de la BBC- para después, no contento con eso, colarse en el vestuario y defecar dentro de la bolsa de deporte del agredido. Robin Friday, el chico más malo de Inglaterra, el rebelde sin causa que acabó convertido en un juguete roto, sigue siendo un icono entre los aficionados de Las Islas.

En España continúa siendo un futbolista anónimo, un absoluto desconocido para el gran público, pero los que le vieron jugar aseguran que, de no haber llevado esa vida, Robin Friday habría sido el mejor centrocampista del país. En su lugar, la botella acabó con su poder y la droga paró el latido de su corazón. Robin Friday fue el chico más malo de toda Inglaterra y uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Un ángel en el campo, un diablo fuera de él. Un superdotado en el verde y un despojo fuera de él. Un dios del fútbol y un apóstol de las drogas. Jamás llegó a jugar en Primera División, pero su leyenda forma parte de la historia. Robin Friday fue el hombre que pudo reinar.

Nombramos por aclamación a Robin Friday fundador honorífico de el Club de los Iluminados, un cuadro con su autorretrato acompañara a sus compañeros Iluminando las paredes del salón principal, descansa en paz Robin.

8 comentarios:

Jony dijo...

La verdad es que no conocía su historia.

Totalmente desgarradora e increiblemente apasionante como para hacer alguna pelicula de su vida.

Además te felicito por la elección de la canción, le va al pelo.

El Abuelo dijo...

Hola. Mi página "Fanáticos por el fútbol" se está renovando, prepárate para el gran cambio que está por venir, este 1 de junio verás el cambio de mi página porque cumple un año. Saludos.

www.amantesalfutbol.blogspot.com

Te espero el 1 de junio

jonceltic dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jonceltic dijo...

Ahi me pillaste Fumeta... ni idea de este Friday.... Sabes quien fue Canito? tiene una historia similar..

Bocha dijo...

Una historia que no conocia, y muy bien relatada. Al parecer este como tipo fue una mierda. Aunque futbolisticamente mamita!!

Saludos y te espero por el blog.

ABRAN CANCHA
www.abran-cancha.blogspot.com

El Fumador dijo...

Realmente si es muy desconocida su historia,Friday siempre quedara como leyenda, gracias a todos por los comentarios cracks! oasis uno de mis grupos favoritos Jony :)

El Fumador dijo...

Canito también a rondado el Club, bien visto Jon.

El blog de noticias de Bloggerball dijo...

Estimado Blogger:
Muchas gracias por ponerte en contacto con nosotros. Hemos incluido tu Blog en Bloggerball.
Tenemos el placer de invitarte a la presentación de Bloggerball, que ya puedes encontrar en http://www.bloggerball.com/
Tras muchos quebraderos de cabeza para poner en marcha una idea e innumerables pruebas para darle forma, el pasado mes de abril nació Bloggerball, una Web que persigue dotar de reconocimiento a los Blogs de deporte e intensificar su importancia dentro del periodismo deportivo, porque vosotros sois los que de verdad podéis presumir de ofrecer opiniones deportivas libres e independientes.
Bloggerball quiere ser el punto de encuentro de todos los Blogs deportivos en lengua castellana, potenciando el conocimiento y seguimiento de los mismos dentro de la Red.
Ofrecemos la mayor base de datos de blogs deportivos en castellano, así como un sistema de información on-line de los nuevos artículos que se vayan publicando dentro de la Red, con lo que el usuario de Bloggerball podrá disponer de acceso a toda la información actualizada.
Queremos dedicaros este trabajo a todos vosotros, incansables Bloggers, que invertís vuestro tiempo libre y dedicación a informar y opinar sobre lo que sentís y os gusta, dando un verdadero sentido a la calidad de la información, ofreciendo a los lectores de Blogs una forma útil de desarrollar su pasión por el deporte, facilitándoles su nueva forma de entenderlo y el acceso a la información y opiniones que les ofrecen un valor añadido.
Por todo ello y para poder participar juntos de este proyecto, nos gustaría solicitarte que nos incluyas entre tus links, como página de referencia dentro de la Blogosfera deportiva, agradeciendo de antemano tu colaboración y dedicación.
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Te invitamos a visitar nuestra página, así como aportar todas las ideas que puedan ayudarnos a mejorar, para hacer de la Bloggosfera deportiva una referencia dentro del periodismo deportivo: info@bloggerball.com.
Atentamente,
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